Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2020

CAPÍTULO 11: BÉLGICA Y EL TÚNEL

Seguimos avanzando por una fría Holanda que sólo se hizo más cálida con el paso de las horas. Mientras, el viento persistía en su tónica habitual de ir en contra. Pedaleando, los campos pasaban a nues­tro lado transformándose de verdes a plateados y de ahí a una gran al­fombra de colores que se sucedían ante nuestros ojos como si de la secuencia de una película se tratara. Con este telón de fondo comprobamos lo bien que se lo pasaba Amelie. En su remolque llevaba de todo: su biberón de agua (a veces de cola­cao que tomaba a su gusto), un «pa­quetito» de ga­lle­tas, su muñeca favorita «Nena», y como a ella le gustan un montón, llevaba también flores y piedras que reco­gí­amos mientras hablába­mos de todo lo que íbamos viendo. En uno de aquellos caminos de la lla­nura holandesa perdimos a «Nena». Cuan­do nos quisimos dar cuenta pensamos que ya sería demasiado tarde. Estaba claro que la había sacado fuera del remolque ju­gan­do con ella y ésta habría ido a parar a alguna cuneta. Nos e

CAPÍTULO 10: EL SUEÑO DE LA TORRE DE CRISTAL

Cuando llegamos a Dordrech, quedamos hipnotizados por su belleza. Parecía que nos habíamos trasladado a una pequeña ciudad de la Edad Media. Los edi­ficios de piedra eran hermosos, tanto como sus monumentos, iglesias y calzadas em­pedradas. Eran las seis de la tarde cuando desembarcamos, así que teníamos tiempo para reservar un hotel barato y pasear relajados. Pregun­tamos a una mujer un lugar económico para dormir y nos indicó va­rios «Bed and Breakfast». Fui­mos en busca de uno mientras pensábamos en la ducha que nos íba­mos a dar. Con el mapa en mano comenzamos a buscar. El primero resultó estar com­ple­to, así que nos dirigimos a un segundo «Bed and Breakfast» con la esperanza de terminar pronto, pero éste también es­taba ocupado, y luego, en el tercero nos pasó lo mismo, y así empezó a pasar en todos en los que en­trá­bamos a pre­guntar. De las risas pa­samos al enfa­do porque era extraño que todos estuvieran ocupa­dos. Además se nos esta­ba haciendo de noche. Las farolas em

CAPÍTULO 9: DE CÓMO FUE PASANDO EL TIEMPO

Aquella mañana, a pesar de todo lo aca­e­cido, seguimos pedaleamos con tranqui­li­dad deján­donos llevar por el bonito paisaje. Era una hermosa zona de típicas casas holan­desas e in­mensos campos verdes. Nos olvidábamos del pro­ble­ma excepto cuando reaparecía como un gran do­lor de cabeza. Tratando de olvidarlo el ca­mino hi­zo el res­to. Hacer camino es como meditar, es como el arte de la contemplación, y en Holanda te pasa mu­cho eso: no dejas de contemplar. Así que continuamos peda­le­ando sin saber hasta cuan­do. Ya sabíamos que no nos llegaría el dinero para lo que que­­daba de viaje porque nos faltaría comprar los bi­lletes de vuelta, facturar las trikes y comer y dor­mir durante más de quince días. Era mi­sión im­posible, pero no­sotros se­guíamos pedaleando atra­pados en nues­tra aventura. Sólo estábamos de­jando pasar el tiempo, parecía que no nos atre­ví­a­mos a hacer otra cosa, o por lo menos no lo haríamos hasta que nos quedásemos sin dinero otra vez. Su­po

CAPÍTULO 8: HOLANDA SOLIDARIA

Sin dinero, en medio de un pueblo en Holanda y con nuestro su eño roto. Nuestro error había sido llevar el dinero con nosotros, todo junto y no haberlo separado antes; por esta decisión y otras muchas cosas no lo habíamos hecho y ahora éramos responsables. Tocaba actuar en función del devenir de los acontecimientos. Y en ese momento, más que nunca, la realidad se hizo muy patente. Una señora, al vernos nos dio diez euros, me sentí raro, no sabía como cogerlos, no sabía que hacer con aquella amabilidad... Con los diez euros y con quince más que teníamos nos fuimos a comer una calle más allá, no teníamos los ánimos para más, abatidos. Mientras comíamos empezó a llover y se levantó bastante viento. Llamamos a casa y contamos lo que nos había pasado, nos iban a echar una mano con lo que podían, nos ayudaba a salir del bache pero hasta la mañana siguiente no contaríamos con ello. Por el momento no nos quedaba otra solución que avanzar hasta el próximo cam