La fuerza arrolladora de la naturaleza hizo que un país se tambaleara, casi nada más hay que decir de lo ocurrido, si acaso observar como en la destrucción y el desastre la bicicleta vuelve a tomar terreno y es útil en donde ya no queda más.
"Periodistas intentando acercarse a la noticia, trabajadores que
quieren llegar a casa o personas alejándose de Fukushima. Terremoto,
tsunami e incidente nuclear. Todo junto. Carreteras destrozadas,
autovías congestionadas y trenes sin railes. Bloqueo. Unas gasolineras
diezmadas por la necesidad de combustible otras atestadas de coches que
intentan repostar y las tiendas de bicicletas saturadas. Cuando una
catástrofe sacude una ciudad o un país sus comunicaciones se bloquean.
Todo deja de funcionar. Y cuando todo falla, bicicleta.
El 11 de marzo (vaya) Japón vivió un megaterremoto,
9 en la escala de Richter. Esa tarde y el día siguiente las tiendas de
bicicletas agotaban stock. A pesar de que de los casi 130 millones de
japoneses unos 90 tienen una bicicleta, muchos no la habían llevado ese día a trabajar.
Con las vías de comunicación saturadas la única manera de desplazarse
por el país era el modo mecánico: a pie o en bicicleta. Por eso, el
viernes, en una bicicletería de Harajuku, antes de las 10 de la noche,
se vendieron todas las bicis, incluso las que costaban 3.600 dólares.
Mientras el mundo está pendiente de lo que ocurre en Fukushima, en las otras centrales en alerta y en las réplicas del seísmo, Tokyo by bike
cuenta, desde su bicicleta, lo que pasa en las calles. Habla de
personas moviéndose a pedales, de la libertad de movimientos, de la
autonomía y, a pesar de que su blog se ha quedado mudo, escribe en
Twitter lo que ve desde el sillín. Inspirados por él, algunos
espontáneos salieron con sus bicicletas a la calle con kits de ayuda.
Por un lado mecánica, con herramientas para ofrecer asistencia técnica a
biciclistas con problemas y por otro con un juego de primeros auxilios
por si acaso. Patrulla bicicletera.
Después de un desastre las bicicletas pueden ser de gran ayuda.
Durante las dos guerras mundiales, Europa se movía a pedales. Incluso se
creóuna brigada que se movilizaba en bici. Después del tsunami de 2004 que afectó a la India, la fundación World bicycle Relief distribuyó 24.400 bicicletas en Sri Lanka. Ayudó a la movilidad y, después del maremoto, han seguido usándose como medio de transporte habitual.
Aunque no sea trending topic ni aparezca en las portadas de los diarios,las bicicletas están jugando un papel importante en la vida cotidiana post tsunami de los japoneses. En casa siempre una bici, por si acaso."
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